7° mandamiento: advertencia a no abandonar al Señor
En el adulterio espiritual, abandonamos a nuestro Creador negándole a él sus derechos, tal como Israel repetidamente violó el pacto yendo en pos de otros dioses. Sigamos considerando este mandamiento. “Tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” Apocalipsis 2:4 La tentación está siempre tan cercana como para que pudiéramos abandonar nuestro primer amor en pos de otro. ¿Cuál es el primer amor del creyente? Es el Señor Jesucristo. No se trata de una emoción arrobadora por seguir al Señor, ni una sensación de espiritualidad especial. El primer amor de un creyente es su Señor, y de eso se trata el reclamo que Dios hace a su pueblo, y también a la iglesia de Efeso en Apocalipsis 2:4. Tal como Israel repetidamente violó el pacto yendo en pos de otros dioses, la tentación está siempre tan cercana como para que pudiéramos abandonar nuestro primer amor en pos de otro, como para que pudiéramos dejar al Señor. Interesantemente, las escrituras describen a Jehová como un Dios celoso, que es una expresión matrimonial. Como un marido celoso, Dios no va a compartir Israel con otros dioses, no va a compartir sus afectos y lealtad con deidades paganas. También como parte de ser pueblo del pacto a Israel se le prohibió casarse con pueblos extraños. Este adulterio espiritual es un tipo de adulterio con consecuencias funestas (sólo recordemos a Acab, Jezabel...
Read More