7° mandamiento: un llamado a volverse a Dios

Este tema del adulterio debiera llamar nuestra atención porque describe el día en el cual vivimos. La enseñanza nos es pertinente para el día a día, y para la eternidad. “De tal manera amó Dios al mundo” Juan 3:16 Comprendemos que el adulterio es un pecado destructor. Vemos en el Antiguo Testamento a Israel continuamente quebrantando el pacto, continuamente volviendo sus espaldas a Dios, y continuamente siendo seducidos por otros dioses y nos preguntamos ¿cómo pudo suceder? Israel traicionó a su Salvador, a su Dios, a Jehová. Negó su gloria y profanó su nombre yendo en pos de otros dioses. Entonces llegamos al profeta Oseas, donde en un momento de extrema urgencia nacional, Dios le dice a este hombre: “Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová” (Oseas 1:2). En un cuadro de la nación, en la profecía de Oseas vemos la esposa adúltera del profeta que nos refleja las prácticas equivalentes de Israel, cómo la nación se ha ido tras otros dioses. Sin embargo el Señor le trae de vuelta hacia sí mismo a través de su amor redimidor. Dios ruega a Israel como un esposo: “Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído” (Oseas 14:1). Las palabras de Dios son sublimes, reflejando su amor por su pueblo, con el mismo amor con que Dios...

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