Mes: Febrero 2015

Días 1 al 7: Jesús, el Hijo de Dios

“Éste es el Hijo de Dios” Juan 1:34 Hemos considerado brevemente la primera semana del Evangelio de Juan. En ella encontramos la revelación de Dios respecto de su Hijo como el Verbo eterno de Dios, la condición ignorante del ser humano con relación a Él, la cercanía y simpatía de Jesús con el hombre pecador, así como su poder y gloria que se manifiestan en bien para la humanidad. La semana se inicia mostrándonos a Jesús como el gran desconocido. Está muy cerca, en medio, y sin embargo no es advertido ni estimado por los seres humanos. El segundo día es presentado como el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. En su cuerpo santo él llevará los pecados de todo ser humano y derramará su sangre preciosa para su redención. El tercer día vemos a Jesús recibiendo a unos pocos que le buscan y estableciendo comunión con ellos. Él no echa fuera, no es hostil con quienes inquieren acerca de su persona. El cuarto día nos muestra que Cristo satisface las inquietudes, prejuicios, expectativas y necesidades espirituales de cuantos se acercan a Él con sinceridad y fe. En los tres últimos días de esta semana apreciamos que Jesús es capaz de transformar la vida de una familia que le incluye en su hogar. También destaca como uno que tiene autoridad e independencia, y que no se...

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Día 5 al 7: Jesús esboza las glorias del evangelio

En esta primera semana del evangelio de Juan Jesús esboza las glorias del evangelio. Continuemos apreciando la enseñanza. “Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria” Juan 2:11 La transformación del agua en vino en la boda a la cual había sido invitado con sus discípulos es el primer milagro público de Jesús. En este acto sobrenatural manifestó su poder y carácter como el Mesías, como aquel que fue verdaderamente enviado por Dios. Ahora ellos han visto con sus propios ojos que Él está investido con poder ilimitado y divino, qu él busca el bien de los hombres. Será la marca del Evangelio de Dios, manifestado en Cristo: prueba de que es tambiéne ste mensaje redentor es ilimitado en su poder, también poderoso para torcer la naturaleza humana, ilustra su deseo divino de beneficencia para el hombre, muestra el cuidado que Dios tiene para con mínimos detalles en las vidas de sus criaturas, lleva a los hombres a glorificar da Dios y a creer en Él. Jesús “manifestó su gloria”, manifestó su suprema divinidad. Ya Juan el apóstol lo escribe en el capítulo primero “Vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre” (Juan 1:14) Sus discípulos creyeron en él. Esto no significa que no creyeran antes sino que su fe fue confirmada y fortalecida. No fue que Jesús realizara esta señal para satisfacer...

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Día 5-7: Jesús, el que tiene independencia y autoridad

La primera semana de Juan nos muesdtra a Jesús cambiando para bien las vidas de los que le reciben. “Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea” Juan 2:1   En los tres días finales de la primera semana del evangelio de Juan, Jesús “manifestó su gloria” y, en consecuencia, “sus discípulos creyeron en él” (v. 11). Ayer veíamos cómo el Señor Jesús transforma los hogares a los cuales se le deja entrar, mas no como un invitado ocasional o de fin de semana, sino más bien como el Señor, como aquel que tiene todo el derecho y la soberanía. Él bendice y proporciona de su poder y bendiciones a aquellas familias que le reconocen como el Salvador. También en este relato Jesús deja en claro su autonomía y autoridad. Es que el hombre vive su vida diaria y pública en función de agradar y ser agradado. Cambia de opiniones y es condescendiente cuando se trata de obtener algún resultado que le interese. Jesús no fue así. En el relato de las bodas de Caná queda de manifiesto que nada hará cambiar al Salvador el objetivo de su venida, la “hora” para la cual ha venido a este mundo. Ni siquiera los pretendidos vínculos familiares podrían desviar al Hijo de Dios de su voluntad superior. El no ha venido a hacer la voluntad de ningún ser...

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Día 5 al 7: Jesús, incluido en la vida de una familia

Completamos la primera semana de Juan con el relato de las bodas en Caná de Galilea. “Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea” Juan 2:1   Jesús ha sido presentado delante de nosotros como el verbo eterno de Dios que ilumina y salva al hombre, como el Cordero de Dios, como aquel que satisface los anhelos del alma humana. El relato no nos describe el detalle de los tres días que siguen hasta completar la semana. Se nos dice que al tercer día del evento anterior Jesús concurre con sus discípulos a una boda donde han sido invitados. En este párrafo tenemos una manifestación notable de su independencia y de su poder. Dice el texto bíblico, como resumiendo toda la semana que ha transcurrido, que Jesús “manifestó su gloria” y, en consecuencia, “sus discípulos creyeron en él” (v. 11). Al hombre no le interesa incluir a Dios en su vida. Dice la Biblia que los hombres “no aprobaron tener en cuenta a Dios” (Romanos 1:28). En el Antiguo Testamento hubo un hombre al cual Dios le enrostró por boca de Daniel: “al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste” (Daniel 5:23). Estos novios invitan a Jesús a su boda. Como aplicación práctica podemos apreciar el valor de invitar al Hijo de Dios a la familia, partiendo por...

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Día 4: Jesús conoce lo profundo del corazón

En este cuarto día Jesús nos muestra cómo conoce la situación particular de cada uno de nosotros y nuestros más profundo anhelos. “Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi” Juan 4:48 El relato de Juan muestra muchas personas que creen conocer quién es Jesús, pero cuyas conclusiones son incompletas o erróneas. Como ya hemos dicho, Jesús es el gran desconocido en este evangelio. Natanael aparece en el contexto de la presentación del Verbo, el Cordero de Dios, el Hijo de Dios. Jesús es desconocido, pero persona a persona va siendo conocido, apreciado y seguido. Felipe presenta a Jesús a Natanael, un israelita auténtico (sin dolo), que contrasta con el primer israelita, Jacob llamado Israel, un engañador (Génesis 25, 32). Esto ya nos indica que Jesús despliega la gran intención de Dios de transformar la descendencia de Jacob a una de verdad y no de mentira o falsedad. Por estudiosos de las costumbres bíblicas y pasajes del antiguo testamento entendemos que los rabinos y estudiosos hebreos solían meditar en las Escrituras y la profecía debajo de una higuera, olivo o vid  (Miqueas 4:4, Zacarías 3:10). Entonces, Natanael  era  uno que conocía y apreciaba las Escrituras (“Hemos hallado de quien escribió Moisés… la ley… los profetas”). Conocía las Escrituras y meditaba en las promesas de Dios. No por casualidad Felipe le busca con la expectante...

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