RAQUEL — LA ESPOSA AMADA 4

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” Filipenses 4:6 Viéndose cada vez más triste, pues Raquel veía que su hermana Lea daba a luz hijos a Jacob, ofreció una solución propia. Quiso que Jacob tomara a su sierva Bilha para que ésta concibiera un hijo que le fuera contado como suyo. Era una costumbre antigua entre ciertas tribus, que la patrona usaría a una criada para tener prole en ella. Al nacer la criatura de la unión de Jacob con Bilha, fue Raquel quien le nombró al niño, llamándole, Dan, que significa, “Dios me hizo justicia.” Sus palabras revelan que Raquel pensaba que este niño le era útil en su rivalidad con su hermana. El segundo hijo de Bilha fue llamado Neftalí, que significa, “Lucha,” pues como dijera Raquel, “porque he luchado contra mi hermana y la he vencido”. El rencor que manifestaba Raquel y la rivalidad es una actitud siempre peligrosa y puede afectar negativamente cualquiera relación. Daña especialmente a la persona que tiene rencor, pues destruye sus relaciones con otros y quita el gozo que debe existir. Los pormenores de esta historia revelan que los pecados de la sociedad han existido siempre. El problema es que un pecado es seguido por otros y la amargura envenena el alma. A veces son otros los...

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