Martín Lutero y la justicia de Dios (II)

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” Romanos 1:16 Pablo afirma que el evangelio es la revelación de la Justicia de Dios. Es una acción del mismo Dios por la cual Él declara justo, apto para entra a su presencia, a todo aquel que pone su fe en Jesucristo.  La justicia de Dios se relaciona con vida, y el evangelio es las buenas nuevas de salvación que dicen al hombre que hay vida y perdón en Cristo Jesús. Pablo dice que la muerte y resurrección de Cristo por nuestros pecados, es poder de Dios. El anuncio que Cristo pagó por nuestros pecados y fue muerto y resucitó, es poder de Dios. La palabra aquí es dynamos que significa “poder dinámico” o “poder generador” o “poder que genera poder”. Poder para salvación a todo aquel que cree, único requisito para ser salvos. Lutero comprendió el mensaje apostólico. Pablo dice “no me avergüenzo” porque en ese mensaje –que es la única esperanza para el mundo– se revela la justicia de Dios. Esta se da a conocer, se manifiesta, se expone a la vista de los demás… por fe y para fe, de principio a fin. Tal como se señaló, en la justificación Dios no nos hace justos, sino que nos declara justos: es una declaración. Es una imputación de...

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