PARA LOS DE EDAD AVANZADA 2
Con el avance de los años uno pierde el vigor y la energía que antes permitía subir cerros, jugar con la pelota, y dedicar tiempo a construir cosas o arreglar desperfectos en la casa. Es normal que acontezca pues “nuestro hombre exterior se va desgastando” como dice la Biblia. Felizmente, el hombre interior no sufre este tipo de deterioro. Antes bien uno puede ser utilizado por el Señor aun en la vejez. Salmo 92 12 El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. 13 Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. 14 Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes, 15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, Y que en él no hay injusticia. El Salmo 92 contiene una promesa para los cristianos de la tercera edad. El hermano o la hermana son llamados “justos”, no por el esfuerzo propio sino por haber sido “justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 5:1. Es posible que una persona llegando a la tercera edad haya sufrido enfermedades o haya tenido que llevar pesadas cargas. La fuerza física ha decaído pero por lo contrario la fuerza espiritual está intacta. “Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios” Romanos 7:22. Pablo el apóstol había...
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