AGUA VIVA 2
La mujer samaritana vino al pozo al mediodía pensando solamente en sacar agua para su casa. El hombre extraño que le comenzó a conversar mencionó otra clase de agua, AGUA VIVA. Bebió de ella y quedó muy satisfecha. “Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.” Juan 4:10. Conversando con la mujer samaritana, Jesús hizo referencia a “don de Dios” y Jesús le dijo que si conociera el don, por cierto la pediría. No se refirió Jesús a regalo en la mano, sino habló de “agua viva”. Cualquier hallaría la expresión intrigante. La preguntó, “¿De dónde, pues, tienes el agua viva?” Juan 4:11. El Señor Jesús la tenía y la ofrecía a ella gratuitamente. Solo era necesario pedírsela a Él. Era diferente al agua en el pozo, agua de la cual uno bebería diariamente. Con el agua viva, con un solo sorbo, el que la bebía quedaba satisfecho para siempre. Jamás tendría que repetir el acto. Además, el agua recibida del Señor dejaba al que la recibía en condiciones de refrescar la vida de otros. El agua vida tiene que haber sido muy especial. La clave para saber interpretar la expresión “agua viva” sale en Juan 7:37-38. Al finalizar la fiesta de Tabernáculos y...
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