Seis tinajas en el Evangelio según Juan — Lázaro (02)

La historia de Lázaro de Betania es aplicable a todo individuo convertido, en cuanto representa en cada etapa descrita el proceso de la conversión, del paso de muerte a vida. Ante el sepulcro, Él manda: “Quitad la piedra”. La aplicación es a nosotros los creyentes, ya que, por nuestra manera de andar, somos propensos a ser piedra de tropiezo para los que no son salvos. Que sepamos quitar la piedra y andar sabiamente para los de afuera, de suerte que no seamos tropiezo, “ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia Dios” (1 Corintios 10:32). Ahora, la libertad de Lázaro es figura de dos verdades en Juan; a saber: (1) “Si os libertare, seréis verdaderamente libres” (8:36). (2) “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (8:32). Con la mancha de lágrimas humanas todavía sobre el rostro del Hijo del Hombre, se oye la voz del Hijo de Dios: “¡Lázaro, ven fuera!” Estaba vivo, pero, como primer paso en su libertad, hacía falta quitarle los lienzos que le ataban. Amarrado de cabeza, pies y manos, no podía caminar, oir al Señor, ni servirle. Vemos en esta primera etapa una ilustración del bautismo del nuevo creyente, la primera de las dos ordenanzas para los creyentes de esta dispensación. Es un símbolo de identificación con la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo. Precede otros pasos en el desarrollo del creyente;...

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