EL PADRE ESTÁ COMPLACIDO CON EL HIJO
Cuando Juan Bautista no quiso bautizar a Jesús, fue porque no tenía pecado de que arrepentirse. Pero Jesús insistió en ser bautizado. Lea la razón por qué. “…he aquí una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd”. Mateo 17:5. Cuando el Señor Jesús fue bautizado por Juan Bautista en el rio Jordán, el Espíritu Santo vino sobre él, mientras desde el cielo el padre pronunciaba las palabras “este es mi hijo amado en quien tengo complacencia” Mateo 3:17. Durante los treinta años desde su nacimiento, el Señor Jesús crecía en estatura y sabiduría como cualquier ser humano. Aprendió el oficio de la carpintería, y vivió una vida tranquila en Nazaret. Hubo una característica personal suya, que seguramente llamaba la atención a los que le conocían; tuvo un desarrollo humano personal totalmente libre de cualquier debilidad que tenían todas las demás personas. Su santidad personal fue insólita, y seguramente se comentaba su vida tan singular entre los familiares. Quizás fuera por eso que Juan Bautista se negaba a bautizarle. Juan prefería que Jesús le bautizara a él. ¿No sería por que reconoció un nivel de santidad en Jesús superior a todo otro ser humano? Si Juan Bautista bautizaba sin ningún problema a los pecadores que se acercaban a él de diferentes partes, ¿por qué a Jesús se opuso? Hay...
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