Mes: Abril 2016

PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 2_4 — (014)

Seguimos con la serie sobre la primera epístola de Juan. El apóstol destaca la necesidad de dar evidencias en la vida de que se es salvo en verdad y que Cristo ha hecho cambios en su vida. “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él.” 1 Juan 2:4 Tres veces en el capítulo uno, Juan dice: “Si decimos”. 1 Juan 1:6, 8, 10. En seguida el apóstol declara que cuando los hechos no corresponden a los dichos, la persona es engañosa o mentirosa. Como dijera alguien, “Por favor, no me diga nada, sus hechos hablan tan fuerte que no puedo captar lo que dice.” Ahora en el segundo capítulo vuelve a lo mismo. Tiene que ver con el tema del verso anterior, es decir, el cristiano verdadero demuestra que conoce al Señor a través de su forma de ser. “En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.” 1 Juan 2:3. El testimonio que el creyente en Cristo debe dar tiene dos piernas. Con una pierna da un paso y habla de su fe; y con la otra da otro paso cuando vive su fe. Jesús sanó a un hombre posesionado por una legión de demonios. Vivía desnudo entre las tumbas y estaba indomable. Pero Jesús hizo un milagro que le libró del...

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LA GRAN DIFERENCIA

Entre el cristiano verdadero y los demás que no han confiado en Cristo, hay una gran diferencia. Lea de ella. “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” 1 Juan 4:4. Juan el apóstol declaró escuetamente que la persona “que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios” v.3. No es difícil entender esto. También dijo que tales personas son motivadas por un espíritu anticristo. Abundan este tipo de personas en el mundo hoy. En el texto de cabecera, Juan se refiere a otro tipo de persona. Declara que los que creen en Jesucristo como el Hijo de Dios son de Dios. Pertenecen a la familia divina por haber rechazado el error y por haber creído en Cristo el Salvador. Una característica de los que son de Dios es que son vencedores. ¿En qué sentido son vencedores? Los pregoneros del error imbuido por el espíritu anticristo hicieron un intento de engañar y hacer tropezar a estos creyentes. Sin embargo, ¡los hijos de Dios no les hicieron caso! Se negaron a caer en la trampa y por eso se ven como vencedores porque no creyeron la falsa doctrina. Necesitamos más vencedores de esta índole hoy en día. ¿De dónde viene el poder para mantenerse firme frente al error? La respuesta...

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CONSIDERAR Y CAMBIAR

Los relatos históricos de los israelitas sirven como eventos aleccionadores para nosotros hoy día. Lea de la situación reinante cuando murió Josué. El pueblo se deslizaba a tomar otro rumbo, algo similar que ocurre hoy entre el pueblo de Dios. Aprendamos de ellos. El Señor Jesús dijo: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” Apocalipsis 2:4. Cuando un gran líder de una nación fallece, se produce una especie de vacío mientras no se sepa quién podría tomar su lugar y seguir con su programa. El mundo ha visto muchos casos de esta índole en los últimos cien años. Casi tres milenios atrás, los israelitas tuvieron que enfrentar igual problema cuando murió Josué, el gran caudillo que lideró la repartición de la tierra de Canaán. Cuando murió Moisés, no hubo problema para saber quién sería su reemplazante. Dios mismo nombró a Josué como su sucesor. No sucedió así cuando Josué murió porque la situación de la nación había cambiado. En vez de ser una gran multitud que vivía trasladándose de un lugar a otro, ahora es una nación de doce tribus repartidas en sus respectivas heredades. Con la ausencia de Josué “los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?” Jueces 1:1. Comenzaron bien y la tribu de Judá siguió conquistando como Dios había ordenado. “Combatieron los hijos...

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PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 2_3 — (013)

Si alguien le viera a Usted y su forma de actuar, ¿llegaría a la conclusión que pertenece al Señor Jesús porque se ven ciertas características de Él en su vida? Así pasó con Pedro y Juan. “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos” 1 Juan 2:3. El título con que el Señor Jesús es introducido en el verso uno es JESUCRISTO EL JUSTO. También es llamado el ABOGADO. En el verso dos es llamado “LA PROPICIACIÓN por nuestros pecados.” Se destaca que el ES LA PROPICIACIÓN en el sentido de que la obra que realizó en su persona continúa vigente en su eficacia. La propiciación es eterna en su valor y es válida por los pecados nuestros y “también por los de todo el mundo” v.2. Lo trascendental de todo eso es que Jesucristo el Justo, el mismo que aboga por nosotros y quién mismo es la propiciación por nuestros pecados puede ser conocido a través de la vida de sus seguidores. ¿En qué sentido damos a entender que le conocemos? 1 Juan 2:3 contesta: “en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.” La evidencia que uno conoce a Cristo se ve en su modo de actuar. Hay características del Señor que deben verse reflejadas en la vida de los suyos. Jesús espera que haya tal evidencia, pues dijo: “Si me...

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LLAMADOS A PESCAR Y ALUMBRAR

Usando lenguaje fácil de entender, Jesús llama a sus discípulos a ser pescadores de hombres y alumbrar como luz en el mundo. También como la sal. Los nombres indican lo que el Señor esperaba que fuesen su actividad en su servicio. “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.” Mateo 4:19. “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” Mateo 5:14. El Señor Jesús se digna usar el instrumento humano para difundir su mensaje de amor y salvación. Cuando un pecador reconoce su necesidad de perdón y acepta a Cristo como Salvador, está comprometido a contar a otros de la bendición recibida. Desde el primer momento de recibir la vida eterna nace un deseo en el corazón para que otros disfruten de lo mismo. Cuando Jesús andaba junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos pescadores, Simón Pedro, y Andrés. Ellos echaban la red en el mar y les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” Mateo 4:19. Ellos conocían a Jesús desde antes cuando Juan Bautista anunciaba a Cristo como el Cordero de Dios. Andrés siguió a Jesús, convencido de que fuera el Mesías, y se contactó con su hermano Simón al día siguiente. Le trajo para conocer a Jesús. Los dos volvieron a su oficio de pescadores. Pero cuando Jesús...

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