La mayor excelencia de la ofrenda de Abel (IV)

“El pecado está a la puerta” Génesis 4:7 Caín quiso presentar lo que presenta el religioso. Una “ofrenda de obras”, una ofrenda del tipo que se presentan en gratitud después de haber sido salvado. Lo que debía presentar era una ofrenda por el pecado pues él no estaba justificado, necesitaba la muerte de un inocente por él en primer lugar y luego podría presentar frutos como muestra de gratitud. Pero era del maligno no era justo, hoy sería un no convertido. El Señor le invita a hacer bien y rectificar su corazón y actitud, de lo contrario “el pecado está a la puerta”. El pecado es un amo cruel. El hombre natural no puede librarse de él por sus esfuerzos. Mas aún, no se da cuenta de su lazo. Dios advierte a Caín que con la red del pecado no se juega, este dominará y tomará el control de su conciencia y de su vida cada vez más. Ya lo dijo Jesús: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” (Juan 8:34). Dios le dice a Caín que si no ofrece la ofrenda que debería ofrecer (si bien hicieres). En ultimo término, la figura de la puerta le dice a Caín que su pecado está siempre ahí, presente, vigente. El Targum judío parafrasea el verso 7 de la siguiente manera: “tu...

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