El viento sopla de donde quiere

El Señor Jesús usó el ejemplo del viento para identificar al Espíritu Santo y el efecto que Él produce en la vida de las personas que creen y Cristo y nacen de nuevo. “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu” Juan 3:8 Nicodemo visitó al Señor Jesús de noche, intrigado por saber de dónde tenía Él el poder para efectuar sanidades entre el pueblo. “Nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” opinó Nicodemo (Juan 3:2). Es posible que Nicodemo haya sido enviado por sus correligionarios del Sanedrín, pues habla en forma plural, “Rabí, sabemos que has venido de Dios”. Fue un gran sorpresa para Nicodemo cuando recibió de Jesús una respuesta que le indicaba que era necesario que él naciera de nuevo (o de arriba), para entenderle. Tiene que haberle sorprendido pues Nicodemo era “un maestro en Israel” (Juan 3:10). A pesar de esto, le faltaba algo en su experiencia. Era de reconocida erudición entre el pueblo, pero debía tener un nacimiento de arriba para entender el reino de Dios y el poder que operaba en Jesús. En respuesta a la incógnita surgida en la mente de Nicodemo de cómo sería posible que él entrara en el vientre de su madre, Jesús...

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