Mes: Mayo 2016

La mayor excelencia de la ofrenda de Abel (IV)

“El pecado está a la puerta” Génesis 4:7 Caín quiso presentar lo que presenta el religioso. Una “ofrenda de obras”, una ofrenda del tipo que se presentan en gratitud después de haber sido salvado. Lo que debía presentar era una ofrenda por el pecado pues él no estaba justificado, necesitaba la muerte de un inocente por él en primer lugar y luego podría presentar frutos como muestra de gratitud. Pero era del maligno no era justo, hoy sería un no convertido. El Señor le invita a hacer bien y rectificar su corazón y actitud, de lo contrario “el pecado está a la puerta”. El pecado es un amo cruel. El hombre natural no puede librarse de él por sus esfuerzos. Mas aún, no se da cuenta de su lazo. Dios advierte a Caín que con la red del pecado no se juega, este dominará y tomará el control de su conciencia y de su vida cada vez más. Ya lo dijo Jesús: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” (Juan 8:34). Dios le dice a Caín que si no ofrece la ofrenda que debería ofrecer (si bien hicieres). En ultimo término, la figura de la puerta le dice a Caín que su pecado está siempre ahí, presente, vigente. El Targum judío parafrasea el verso 7 de la siguiente manera: “tu...

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La mayor excelencia de la ofrenda de Abel (III)

“Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” 1 Corintios 1:30 Tan pronto Caín se da cuenta de que Dios no recibe su ofrenda toma una actitud hostil y altanera. Es que no se puede presentar cualquier cosa a Dios y luego esperar que Él la reciba obligadamente. ¡Cuántos hay en el día de hoy así! Llamándose cristianos, esperan que Dios tiene que agradarse de cualquier cosa que hagan a su manera y que por eso merecen algo de su parte. ¿Es obligación de Dios aceptar cualquier cosa  a la manera del hombre, o es el hombre quien tiene que acogerse y cumplir con las demandas de Dios? Caín toma la actitud equivocada y en vez de considerar lo que Dios le quiere decir y rectificar su actitud incuba resentimiento y animadversión hacia quien representa lo que él detesta, su hermano. Caín no puede resistir la justicia de Abel, no quiere humillarse como Abel lo hizo que le llevó a reconocer su indignidad personal y a presentar un sustituto por su pecado pues por sí mismo está descalificado delante de Dios. Caín mantiene su opinión de que no necesita que otro se presente por él. Él es lo suficientemente bueno e importante para eso. Dios le habla con ternura y sin forzar su voluntad: “¿Si bien hicieres, no serás enaltecido?” (Génesis 4:6)....

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La mayor excelencia de la ofrenda de Abel (II)

“Abel el justo” Génesis 23:35 Abel tiene un corazón para Dios. Ambos hermanos recibieron la misma enseñanza y revelación que les muestran el carácter de Dios. Abel comprende y cree que para acercarse a este Dios santo, antes que nada debe haber una ofrenda por el pecado. Como ya hemos visto, toma lo mejor que tiene y lo ofrece al Señor. El no se presenta solo trayendo sus méritos personales sino más bien viene delante de Dios con una animal inocente. Un sustituto muere por Abel y por ésa fe es declarado justo (Mateo 23:35). Sin duda la misma revelación habría sido dada a Caín, pero él no la acepta. Antes bien, prefiere venir y presentarse ante Dios con “sus obras”. Trae del fruto de la tierra que es resultado directo de su esfuerzo personal. No hay nada malo en esto pero Caín desecha la figura del sustituto inocente y decide y pretende acercarse a Dios y obtener bendición con sus propios méritos. Abel comprendió que primero es la ofrenda por el pecado, una ofrenda que es acepta porque es lo que Dios espera de los hombre. Caín parte al revés. Presenta obras antes de ejercer la fe. Se presenta a sí mismo con el fruto de su esfuerzo personal, sin un sacrificio hecho a su favor. Una vez más encontramos la figura del que quiere justificarse a sí...

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La mayor excelencia de la ofrenda de Abel (I)

“Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda” Génesis 4:4 En el capítulo 4 de Génesis encontramos la dramática historia de Caín y Abel, y una muestra de lo que hace el pecado en la familia y en la sociedad. También tenemos principios permanentes con respecto a la salvación y la adoración a Dios y a la forma de acercarse a Él.  Hay mucha enseñanza en este pasaje: Nos muestra lo que Dios considera relevante, lo que a Él le importa. Interesantemente, Abel es mencionado primero en vista de la preeminencia de su carácter espiritual siendo que es más joven que Caín. Por el pasaje vemos que Caín y Abel eligen oficios que sin duda aprendieron de su padre Adán. También entendemos que probablemente vivían en las cercanías del huerto de Edén (ver Génesis 4:16). Lo importante y significativo es que ambos manifiestan fe personal y un deseo a priori de agradar a Dios. También ambos reconocen la prerrogativa de Dios de ser reverenciado y adorado y se acercan delante de Él con una ofrenda. La primera diferencia, si bien aún no representa nada objetivo, es que Caín trae algo que toma del fruto de la tierra, probablemente algo muy bueno, pero no es lo mejor. En cambio Abel trae de lo mejor que tiene (Génesis 4: 4). Él valora por sobre todas las cosas a...

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EL NIÑO JESÚS 3

No se puede estudiar la niñez de Jesús sin incluir a José y María. De la edad de doce años cuando Jesús estuvo en el Templo sorprendiendo a los ancianos con sus respuestas y preguntas, no sabemos nada hasta que Jesús se presentó para ser bautizado. “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.” Salmo 127:3. La preocupación espiritual de José y María se nota desde que el ángel les anunció el nacimiento de Jesús. 1. José obedeció tomando a María como esposa. 2. Jesús fue llevado por los dos al octavo día para ser circuncidado.  3. Los dos fueron al templo para el ritual de la purificación a los cuarenta días. 4. Conforme a la ley, fueron a Jerusalén “todos los años” para participar en la fiesta de la pascua Lucas 2:41. Algo especial ocurrió cuando Jesús tenía doce años de edad.  Como de costumbre José y María “subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta” v.43. Al regresar en la caravana junto a otros de Nazaret, no se dieron cuenta de que Jesús se hubiera quedado en Jerusalén. Volvieron a Jerusalén y “tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles” v.46. La experiencia dejó una huella profunda en la mente de sus padres. Seguramente se dieron cuenta de que “todos los que le oían,...

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