Enoc agradó a Dios (I)
“Tuvo testimonio de haber agradado a Dios” Hebreos 11:5 Hace algunas semanas consideramos algunas verdades que la Biblia nos enseña acerca de Abel, y cómo por su fe en Dios ofreció un sacrificio acepto delante de Él (Hebreos). Es muy provechoso profundizar en este personaje del Antiguo Testamento. De Abel se dice que “sus obras eran justas” (1 Juan 3:12). ¡Qué interesante! Uno podría pensar acerca de cuáles fueron las obras de Abel, qué es lo que hizo que le permitió ser considerado “justo” o, en otras palabras, justificado. Entonces, una vez más comprendemos que “la obra” de justicia que Abel hizo fue tener fe en Dios (Hebreos ) y acercarse a Él confiando en una ofrenda sustituta como medio para ser acepto por Él. En sus pecados, en su condición natural no era posible que Dios le aceptara y Abel lo sabía. En resumen, Abel nos habla de la necesidad de un sacrificio. También tenemos otro personaje notable en Génesis 5, para volver a considerar con algo más de detalle, el cual es Enoc, a quien hace algunas semanas vimos como un predicador que anunció el juicio de Dios (Judas 1:14). En el relato del Génesis se nos cuenta que a los sesenta y cinco años engendró a su hijo Matusalén (Génesis 5:21) luego, el texto señala: “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos...
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