Atalaya

La labor que desarrollan los predicadores hoy día incluye la comunicación de las advertencias de Dios contra los incrédulos además de las bendiciones para los que le obedecen. Esa era la misión del atalaya.   “Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.” Ezequiel 3:17   Ezequiel el profeta era guiado por el Espíritu a ponerse junto a los cautivos que moraban junto al río Quebar en Babilonia. La condición de sus hermanos le dejó atónito y se quedó esperando una palabra de Jehová para ellos. “Aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová” Ezequiel 3:16. El texto de cabecera contiene el lugar que debe ocupar entre el pueblo y lo que debe hacer con la palabra de Dios puesta en su boca. Dios le responsabilizó de entregar un mensaje y no callar. Su comisión fue de actuar como los atalayas que habitualmente rondaban en las murallas a fin de advertir de cualquier peligro o amenaza a los habitantes de la ciudad. Ezequiel había de advertir al pueblo de parte de Jehová de los peligros que se avecinaban.   La labor que desarrollan los predicadores hoy día incluye la comunicación de las advertencias de Dios contra los incrédulos además de las bendiciones para...

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