ÉL ES NUESTRO DIOS, Y NOSOTROS PUEBLO DE SU PRADO

¿Ha escuchado Dios su voz cantando una alabanza últimamente? La grandeza de nuestro Dios como Rey supremo es motivo suficiente para alabarle. “Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz” Salmo 95:7   Este salmo de David comienza con una invitación a ACLAMAR o glorificar a Dios. El pueblo es llamado a cantar “con júbilo a la roca de nuestra salvación” v.1. Dios ha dotado al ser humano con una voz de excepcional capacidad melódica y armoniosa. Él espera escucharnos cantar alabanzas cuyas letras contienen pensamientos elevados de cómo es la Roca Firme de nuestra salvación. Las canciones mundanas destacan la voz del cantor pero los himnos de loor destacan la grandeza de Dios. Es siempre conveniente ACERCARSE a su presencia para ALABAR. “Lleguemos ante su presencia con alabanza” v.2.   ¿Ha escuchado Dios su voz cantando una alabanza últimamente? La grandeza de nuestro Dios como Rey supremo es motivo suficiente para declarar nuestra APRECIACIÓN por Él. Los versos 3 a 5 destacan la evidencia de su sabiduría. “En su mano están las profundidades de la tierra y las alturas de los montes” v.4. Es dueño del mar “pues él lo hizo” como hizo también la sequedad del desierto. Pablo lo confirma en su carta a los Colosenses, “Porque en él fueron creadas todas las cosas,...

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