De un año al otro (2)

Es posible que el año que pasó tuviera sus momentos lúgubres cuando la tristeza invadió el corazón. En el Señor, todo tiene un propósito mucho más alto. “Ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya” Salmo 117:2   Aleluya suena como la palabra adecuada para comenzar el Año Nuevo. En vista de la misericordia ya experimentada en el pasado, y sabiendo que la fidelidad de Dios es para siempre, ¡ALELUYA! Significa “alabanza a Jehová”. Pensando en el año que se extiende por delante de nosotros, la oración del verso 133 del Salmo 119 expresa el deseo íntimo de todo hijo de Dios, “Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.” Habrá peligros que tendremos que afrontar en el futuro y por eso pedimos: “Líbrame de la violencia de los hombres y guardaré tus mandamientos” Salmo 119:134.   Hay nuevos deseos en los versos que siguen. “Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, Y enséñame tus estatutos” v.135. Es posible que el año que pasó tuviera sus momentos lúgubres cuando la tristeza invadió el corazón. Hubo desvelos y todo parecía oscuro. Pero detrás de toda nube, hay un sol resplandeciente. ¡Cuán gratos son los rayos solares! ¡Cuán reconfortantes cuando caen sobre nuestro camino! Es como si Dios dirigiera su rostro hacia cada uno y dijera: “Te haré...

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