PREDICANDO EL EVANGELIO
Mientras explicaba el evangelio a un caballero en una calle de San Felipe, un religioso me vio y reconoció a mi interlocutor. Se acercó y sin saludarme dijo a la persona que me escuchaba que “no le escuche, pues no tiene autoridad para instruir de la Biblia”. El religioso se alejaba y solamente pude decirle que el Señor Jesús me autorizó pues dijo “id, y hace discípulos a todas las naciones.” Mateo 28:19. Nos identificamos con Pablo en su carta a los Corintios. “No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.” 2 Corintios 4:5. El cristiano no es llamado a fabricar un cristianismo que sea atractivo al hombre moderno. Algunas iglesias han adoptado programas y métodos usando música, teatro, danzas, y otras actividades para entretener a la congregación. En otras palabras, buscan divertir al auditorio mientras la comisión del Señor Jesús de predicar el evangelio parece ser olvidada. En segunda Corintios 4, Pablo trató el tema de su apostolado y dijo claramente: “renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios” v.2. Pablo esperaba que los oidores sacaran conclusiones correctas al escuchar el mensaje del evangelio predicado sin agregados. Puso cuidado en...
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