Conviene tener un chequeo físico de vez en cuando. También someterse a un chequeo espiritual. Lea una sugerencia de cómo hacerlo.
“Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” Hebreos 12:1-2

Muchos se han sometido a un chequeo físico en el estudio de un doctor. Además del examen por auscultación, el doctor lee los resultados del laboratorio y de las imágenes. Si hay necesidad, el facultativo prescribe las medicinas pertinentes para mejorar la salud del paciente. Es importante tener un chequeo cada año. Todos desean sentirse bien en lo físico a fin de gozar de la vida. De la misma manera, es conveniente para todo hijo de Dios someterse a un chequeo espiritual. Esto se hace a solas en la presencia de Señor. A veces se logra ocultar ciertos detalles al doctor, pero con Dios esto es imposible. El es omnisciente, El sabe todo. En la presencia de Dios, hay que reconocer los síntomas que atentan contra la buena salud del alma.

¿Acaso se fija Ud. más en las dudas que invaden la mente en vez de deleitarse en las verdades bíblicas reveladas para nuestra fe? El texto de cabecera indica lo ideal para la buena salud espiritual. ¿Vive su vida con los ojos puestos en Jesús? Como “el autor y consumador de la fe” ¿es Él el ejemplo perfecto que usted sigue?

En el capítulo 11 de la carta de los Hebreos hay una nutrida lista de personas destacadas por su fe. Ellas incentivan al creyente a vivir por fe, pero los ojos deben ser puestos en el autor y consumador de la fe, en el incomparable Jesús. Él es el autor, es decir, el líder que va delante y es el consumador que garantiza que llegaremos al final de la carrera por medio de su poder. Si en su chequeo espiritual Ud. se da cuenta que sus ojos han estado puestos más en sus propias dudas, entonces  diríjalos a Jesús, el autor y consumador de la fe.

Si descubre en su chequeo espiritual que ha experimentado varios fracasos, ¿será porque ha tratado de enfrentar las vicisitudes de la vida dependiendo de su propia fuerza? Considere el remedio mencionado por Pablo en su carta a los Filipenses. Dijo: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). El verso 12 contiene una lista de virtudes sanas que Pablo había logrado precisamente por depender del Señor Jesús. El médico humano puede recetar los mejores remedios para su salud física. El Señor Jesús es el médico espiritual que por su palabra “receta” el mejor remedio para que se tenga una buena salud espiritual. Juan el apóstol escribió al amado Gayo, quien seguramente se había hecho un chequeo espiritual. Juan usó su estado espiritual como punto de referencia para desearle que tuviera buena salud física. Dijo: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” 3 Juan 1:2. ¿Podría Juan escribir lo mismo a nosotros? –daj

 

Lectura Diaria:
Éxodo 34:4-35 [leer]
/Salmos 85:1-86:17 [leer]
/Hechos 20:17-38 [leer]