Dispensacionalismo (XXIII): Cielos nuevos y tierra nueva (II)

¿Dónde estarán físicamente los creyentes en el cielo nuevo y la tierra nueva? “Y yo Juan vi la santa ciudad” Apocalipsis 21:2 Han pasado mil años desde las bodas del Cordero y ahora hay una nueva creación: “He aquí yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Después de mil años, la esposa está radiante; no tiene mancha ni arruga ni cosa semejante (Efesios 5:27), por siempre radiante la novia, por siempre radiantes los creyentes. El angel responde la pregunta del encabezado en el verso 9: “te mostraré la esposa del Cordero” — “y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios” (Apocalipsis 21:9-10). Todo esto es posible porque hubo una cruz, ¡Cuán grandes son los alcances de aquella obra del Hijo de Dios! De las palabras del ángel y la descripción de Juan entendemos que la nueva Jerusalén es una realidad en parte material y en parte espiritual: 1) representa la iglesia del Señor Jesucristo y 2) es el lugar donde el Señor habitará entre los suyos. Es cierto que Dios es omnipresente, que nadie puede escapar de la presencia de Dios, pero hay lugares en que esta presencia es más evidente. Los creyentes lo sabemos al celebrar la Cena del Señor. Bueno, su presencia en medio de su pueblo es real en esta ciudad así como lo es en medio de...

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