Mes: Marzo 2017

Dispensacionalismo (XXIV): Cielos Nuevos y Tierra Nueva (III)

Ya terminando nuestro estudio de las dispensaciones, prosigamos considerando acerca del principio de la eternidad, según la Biblia nos revela. “Y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios” (Apocalipsis 21:10) En la morada de Dios en los cielos ya habitan las huestes angélicas y los fieles del Antiguo Testamento, “los espíritus de los justos hechos perfectos” (Hebreos 12:23). Esta es la esperanza que hubo en Abraham y en otros que, “como extranjeros y peregrinos sobre la tierra” anhelaban esta patria “mejor” (Hebreos 11:16). Cuando la Nueva Jerusalén desciende del cielo, es la ciudad a la cual todos los creyentes serán traídos en su glorificación. Ahí también está la “desposada”, la Iglesia, como vimos siendo la realidad de esta ciudad como una ciudad física y también simbólica como representación de la iglesia redimida. En el estado eterno esta ciudad es la metrópolis del universo y todo poder y autoridad emanan de ella. Parece natural que los creyentes de la antigüedad y los de después de la tribulación y del milenio tengan la tierra como su morada eterna, una “heredad” (Daniel 12:13) mientras que la ciudad celestial, suspendida entre el cielo y la tierra y comunicada ampliamente con ella, será el lugar de habitación de la Iglesia de Cristo. El mismo Señor, con su cuerpo humano glorificado residirá allí, juntamente con ella. Entonces, el deseo...

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Dispensacionalismo (XXIII): Cielos nuevos y tierra nueva (II)

¿Dónde estarán físicamente los creyentes en el cielo nuevo y la tierra nueva? “Y yo Juan vi la santa ciudad” Apocalipsis 21:2 Han pasado mil años desde las bodas del Cordero y ahora hay una nueva creación: “He aquí yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Después de mil años, la esposa está radiante; no tiene mancha ni arruga ni cosa semejante (Efesios 5:27), por siempre radiante la novia, por siempre radiantes los creyentes. El angel responde la pregunta del encabezado en el verso 9: “te mostraré la esposa del Cordero” — “y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios” (Apocalipsis 21:9-10). Todo esto es posible porque hubo una cruz, ¡Cuán grandes son los alcances de aquella obra del Hijo de Dios! De las palabras del ángel y la descripción de Juan entendemos que la nueva Jerusalén es una realidad en parte material y en parte espiritual: 1) representa la iglesia del Señor Jesucristo y 2) es el lugar donde el Señor habitará entre los suyos. Es cierto que Dios es omnipresente, que nadie puede escapar de la presencia de Dios, pero hay lugares en que esta presencia es más evidente. Los creyentes lo sabemos al celebrar la Cena del Señor. Bueno, su presencia en medio de su pueblo es real en esta ciudad así como lo es en medio de...

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Dispensacionalismo (XXII): Cielos nuevos y tierra nueva (I)

Luego del último acto de rebeldía del diablo al reunir pecadores contra el Rey, serán juzgados por fuego. ¿Qué ocurre a continuación? “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más” Apocalipsis 21:1 El diablo que es lanzado en el lago de fuego, donde ya estaban la bestia y el falso profeta (Apocalipsis 20:9-10). En seguida viene la segunda resurrección y el juicio del gran trono blanco, y a continuación todos los perdidos son lanzados al lago de fuego (Apocalipsis 20:15). Entonces nos aproximamos al estado eterno, la eternidad sin fin, en una condición difícil de imaginar comprensivamente y a cabalidad por nuestras mentes aún arruinadas. Tenemos, sin embargo, luces con relación a este estado en la Palabra de Dios que veremos en notas posteriores. ¿Qué es la eternidad? ¿Cómo abarcarla en la mente? En Isaías dice Dios que él habita en la eternidad (Isaías 57:15). Sin comienzo, a diferencia de nosotros que en un punto del tiempo nacimos en este mundo. Aun así, Él ha puesto la eternidad en el corazón del hombre (Eclesiastés 3:11). La descripción de los albores de este estado hacia el cual la importancia del tiempo se desvanece, comienza con otra visión del testigo presencial privilegiado, Juan. Recién ha visto “un gran trono blanco”, ahora nos dice que ve...

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Dispensacionalismo (XXI): El Gran Trono Blanco

Prosiguiendo con su relato de las visiones que presenció, Juan nos introduce a una visión aterradora: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos” Apocalipsis 20:11 En el capítulo 4 de Apocalipsis Juan es llevado al cielo y lo primero que ve es un trono y un arcoíris, que recuerda la divina promesa de clemencia y misericordia. En medio de ese trono hay… un cordero. ¡Qué extraño! Es un cordero muy particular, pues está como sacrificado (“inmolado”) pero aun así está en pie, y está en un trono, vivo, y delante de quien los salvos cantan. Mucho después en el capítulo 20 ya no hay arcoíris, no hay misericordia, ni canto, ni alabanza, ni redimidos. Se ve al juez, y algo de su aspecto se describe en Apocalipsis 1:16: “Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza”. Luminoso, irresistible. Los cielos y la tierra huyen, como preparando el escenario para el momento en que la criatura se encuentra con su creador, finalmente. Dice Pedro el apóstol: “Los cielos pasarán con grande estruendo” (2 Pedro 3:10). Dijo el mismo Señor: “Los cielos y la tierra pasarán…” y lo único que queda, lo único que permanecerá es lo que Dios ofrece, su Palabra: “pero mis palabras...

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Dispensacionalismo (XX) El Reino (d)

Dios ha dado varias promesas al pueblo de Israel. La Palabra de Dios no puede fallar y las promesas de Dios no pueden ser quebrantadas. Las promesas de Dios a la nación de Israel se cumplirán durante la era del Reino. Veamos algunas de ellas. “Y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” Jeremías 31:33 Durante el Reino milenial será realidad lo siguiente: Israel será una gran nación (compare Génesis 12:2). Hoy Israel es una nación considerada “desarrollada”. Sin embargo no es una gran nación que tenga peso específico en el concierto internacional. Es más, debido a su alejamiento del Dios verdadero es una nación que se comporta como cualquier otra, muchas veces actuando con crueldad con sus vecinos. Muchos creyentes, por respeto a la Palabra de Dios y a las promesas dadas a Israel, le dan equivocadamente a esta nación un lugar y una importancia que no tiene en el día de hoy. Tendrá un lugar de preeminencia y será grande, pero actualmente no lo es. Israel estará bajo las ricas bendiciones de Dios (compare Génesis 12:2). A nivel material será una nación de riqueza incomparable. También los judíos serán estimados y respetados más que cualquier otro pueblo (Zacarías 8:23). Dios ha castigado en la historia a la nación de Israel entregándola a los gentiles para que administren juicio sobre ella. Lamentablemente el hombre...

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