Mes: Marzo 2017

Dispensacionalismo (XII): la dispensación de la gracia

El hombre fracasa en esta dispensación y el juicio de Dios caerá sobre él. Aún cuando Dios gentilmente ha ofrecido a los hombres Su regalo de salvación, sólo unos pocos han creído en Cristo y han recibido este don gratuito (compare Mateo 7:13-14). ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? Isaías 53:1 La gran mayoría de las personas ha rechazado recibir este regalo de Dios y ha rechazado permitir que Cristo reine sobre ellos como Rey y Señor (Lucas 19:12-14). En esta época de gracia Dios espera pacientemente que los hombres sean salvos. Dios no juzga a los hombres y los condena a muerte cada vez que cometen un pecado grave. Dios es muy paciente, es decir, espera mucho tiempo, antes de juzgar, pero el día de la Gracia de Dios no durará para siempre. Romanos 2:4 describe a aquella gente que desprecia la bondad y la longanimidad de Dios. ¿Escapará esta gente del juicio de Dios? No (Romanos 2:3,5). Los creyentes han fracasado a menudo en dar a conocer la gracia de Dios como debieran. Por ejemplo, en las llamadas “épocas del oscurantismo” las iglesias ya no enseñaban de la gracia de Dios, en cambio enseñaban que la salvación era algo que había que ganarse trabajando para ello. Ya no enseñaron que la salvación era un don. Enseñaron que la salvación dependía del comportamiento del hombre y no de...

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Dispensacionalismo (XI): la dispensación de la gracia

A esta dispensación el hombre entra en pésimas condiciones. Vemos el pecado en su peor forma. Desde el punto de vista moral, espiritual y social. Somos grandes pecadores, pero tenemos un salvador aun más grande. “Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia” Romanos 5:20 Así, Después que la nación judía crucificó a su propio Mesías, ¿qué hizo Dios? Cuando el pecado se manifestó como algo abominable y vil, cuando los hombres rechazaron recibir al Hijo de Dios y la salvación de Dios, ¿qué hizo Dios? ¿Destruyó al mundo? ¿Condenó a todos? Dios hizo algo aun más sorprendente: la gracia de Dios se manifestó “para salvación a todos los hombres” (Tito 2:11). “Gracia sobre gracia” (Juan 1:17), oleadas tras oleadas de gracia de Dios para buscar a todos los hombres, pues la posibilidad es que todos sean salvos. El hombre tiene, como en todas las dispensaciones, su responsabilidad frente a este despliegue de Dios, frente a estas “reglas de la casa”. El inconverso debe “arrepentirse y creer en el evangelio”, “creer en el Señor Jesucristo”, “creer en su nombre” (Juan 1:12, 3:16, 18, 36; Hechos 20:21, 1 Juan 3:23) ¿Ha obedecido usted este mandamiento? ¿Ha recibido el regalo de Dios? El creyente, el salvado, también tiene una responsabilidad para con este nuevo trato de Dios con el hombre. Debe mostrarse como un trofeo de la gracia de Dios (Efesios...

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Dispensacionalismo (X): la dispensación de la gracia

Despues de la muerte y resurrección de Cristo comienza este período que, a diferencia de los que estudiamos hace algún tiempo, es contemporáneo con nosotros. “Habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios” Efesios 3:2 Pablo el apóstol se refiere a este período como un descubrimiento nuevo, una realidad que los justos de la antigüedad no conocieron. Este período tiene como marca predominante la manifestación de la gracia de Dios. Hoy el Señor ha dado a los creyentes una comprensión especial de la gracia de Dios, que se expresa de muchas maneras, como nos lo dice el apóstol Pedro: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10). Dios siempre ha sido un Dios misericordioso. Lo fue con Adán y Eva en el huerto cuando les proveyó vestidos de pieles (Génesis 3:21). Lo fue con Noé (Génesis 6:8), con Abraham y con Moisés. Sin embargo, la gracia de Dios se ve más claramente hoy en día. Si en el Antiguo Testamento era un arroyuelo, ahora es un torrente que desborda y, en palabras del apóstol, “sobreabunda”: “Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante” (1 Timoteo 1:14), “Las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros” (Efesios 1:7-8). Otra característica de Dios es que se deleita en darse a...

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Dispensacionalismo (IX): la dispensación de la ley de Moisés

Siglos después de que Dios declarara que Abraham “oyó mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes” (Génesis 26:5) Dios entrega la ley escrita al pueblo de Israel a través de Moisés. Lea acerca de esto. “Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará vivir su alma” Ezequiel 18:27 Israel, emancipado de Egipto es llevado al Sinaí donde Dios les da sus mandamientos. La ley decía “Haz esto y vivirás” y comprendía la ley moral y la ley ceremonial. Sin embargo, hay que decir de nuevo que el creyente del Antiguo Testamento era salvado del mismo modo por la gracia pues al fallar en la ley moral echaba mano de la ley ceremonial que, cual sombras del Calvario, requería del sacrificio de una víctima inocente. Los símbolos del día de la expiación son muy potentes: dos machos cabríos, uno era muerto por los pecados del pueblo –llevaba el pecado– y el otro era llevado al desierto donde no era jamás encontrado –quitaba el pecado– y nunca más entonces serían recordados los pecados expiados (Levítico 16). Esto es gracia de parte de Dios, sin duda alguna. El período abarca desde Moisés hasta la muerte de Cristo, el Cordero de Dios que lleva y quita  [αἴρω] el pecado del mundo (Juan 1:29) y comprende desde Éxodo...

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Dispensacionalismo (VIII): la dispensación de la promesa

En la primera y en la segunda dispensaciones Dios trató con Adán y Eva. Luego trata con toda la humanidad conocida, con el conjunto de la población de la tierra. En seguida, Dios trata con un hombre en particular. Veamos acerca de esto. “Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa” Hebreos 6:15 Después del fracaso de Babel, Dios señala una familia y una nación, haciéndoles una prueba representativa de todos. Este trato comienza con Abraham, quien por gracia recibe una promesa de parte de Dios y anda en la tierra prometida. El distintivo del gobierno de esa administración se expresa en el mandato de los patriarcas, cuya  responsabilidad se circunscribe a creer y servir a Dios. Dios les provee de todo lo necesario en cuanto a revelación y verdades espirituales. La forma de agradarle es confiar y obedecer, y permanecer en la tierra prometida. Esta dispensación abarca el período relatado entre Génesis 11:10 a Éxodo 18:27. Jacob, quien fue el que guió a su familia a Egipto, comprendió que ese no era el lugar para que ellos permaneciesen. Así encarga a José antes de morir: “cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y José respondió: Haré como tú dices” (Génesis 47:30; ver también Génesis 49:29-33). También anuncia el regreso de la familia a Canaán: “He aquí yo muero;...

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