Mes: Abril 2017

Por la noche dura el lloro

Hay tanto sufrimiento en el mundo. La televisión muestra escenas impresionantes de personas que sufren. Uno se siente impotente para poner atajo a lo que sucede y sentimos el dolor ajeno. Pero uno mismo también sufre y nos preguntamos, ¿hasta cuándo? La Biblia nos responde. “Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad” Salmos 30:4   Hay personas que están sufriendo, algunas con dolores en el cuerpo, otras con pena en el corazón. Muchos se preguntan por qué y oran al Señor para que les alivie, y parece que ninguna respuesta llega. Ténganse fe y paciencia, sabiendo que las cosas de la vida son permitidas para que aprendamos lecciones valiosas. El Salmo 30 tiene algo que enseñarnos. Los estragos del pecado en nuestro “tabernáculo terrestre” nos causan mucho dolor. Gracias a Dios por la ciencia médica que ha descubierto alivios por nuestras dolencias, pero con todo, no las pueden aliviar en forma permanente. No nos pueden dar un cuerpo nuevo. Solamente a través del Cristo resucitado podemos tener un cuerpo nuevo. Por la obra completa hecha por Él, los cuerpos de los suyos serán transformados. Los que ya están con el Señor recibirán un cuerpo nuevo cuando Cristo venga, y en el mismo momento, los que estemos con vida seremos transformados. Mientras tanto, Dios provee la gracia necesaria para esperar aquel día feliz.  ...

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Un último abrazo

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” 1 Juan 4:19 Era Octubre, 1986, en Canadá, leía el diario vespertino que traía una foto en la portada. El titular decía: “Hijo, dale un último abrazo a tu mami”. La foto mostraba a Sra. Rosa March, de 32 años, confundida en un abrazo con su hijo, Darryl, de apenas 8 años. La historia relataba cómo el chico fue alcanzado por un auto en la calle. Llevado en estado grave al hospital, los doctores lucharon por conservarle la vida. Pronto se dieron cuenta de la imposibilidad de mantenerle con vida y se lo comunicaron a la madre. Se apoderó de ella el deseo de tomar a su hijo en sus brazos, una vez más, antes que muriera. El doctor desconectó el respirador, y Rosa March tomó el golpeado cuerpecito de Darryl, apretándolo contra el suyo propio. Cumplía su deseo de hacerle cariño a su hijo, cuya condición se agravaba. “Un último abrazo para tu mami, hijo mío,” dijo Rosa, “antes que mueras.” El abrazo duró uno, dos, tres, — cuatro minutos, y Darryl murió en los brazos de su madre. Lágrimas llenaron mis ojos, pensando en lo doloroso de la escena. Una madre joven con el fruto de su vientre muriéndose ante sus ojos. Me pregunté, “¿Por qué quiso tomar está mujer este cuerpo magullado, con numerosas hematomas y heridas, y abrazarlo?” “¿Por qué...

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Testimonio de un hermano

El 2 de Junio, 2012, hubo una noticia que produjo consternación en el corazón de muchos. Un joven piloto llamado Jay y su esposa Katrina volvían en un vuelo después de dejar a una enfermera en Chavuma, Zambia. Fue la primera vez que Katrina había dejado a sus dos hijas de 3 años y un año y medio para acompañar a su esposo. No se sabe qué pasó pero el avión se precipitó a las aguas del Río Zambezi y los dos perdieron su vida. Hay detalles en inglés en el Internet si los deseara consultar: http://www.chitokoloki.com. La meditación de ese entonces, que reemitimos hoy, hoy no pretende enfocar su atención sobre el accidente, sino transcribimos el testimonio de Lance Erickson, su hermano sanguíneo y espiritual.   “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” Apocalipsis 14:13   Saludos a nuestros amigos este 8 de junio 2012. Esta ha sido una semana de dolor intenso, junto con un tremendo orgullo y alegría agridulce. En cuanto salí del avión después de tomar una lección de vuelo el día sábado, recibí una llamada de mi padre para decirme que mi hermano Jay y su esposa Katrina habían muerto en un accidente aéreo. Jay y Katrina eran muy cercanos a nosotros. Jay y yo...

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Pleno conocimiento

Fue el deseo del apóstol Pablo que los cristianos en Efeso tuviesen un entendimiento cabal de las maravillas de la gracia de Dios. Miremos un ejemplo acerca de esto. “No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones” Efesios 1:16 Pablo les contó en una carta que estaba orando por ellos. Les dijo que su oración era para que fuesen “plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, (de lo que Dios ha hecho por medio de su gracia,) y de conocer el amor de Cristo” (Efesios 3:18, 19ª). Qué lindo deseo tuvo este insigne apóstol, y no se limitaba a pedir esto a favor de los santos en Efeso solamente, sino también por todos los Cristianos a travéz de los siglos. Esto nos incluye a nosotros también. Me parece que vamos a necesitar no solamente el tiempo disponible aquí en el mundo, sino toda la eternidad también para llegar a comprender algo de la grandeza de Dios. Se cuenta de una mujer guardia que había trabajado por cincuenta años ya en el famoso Parque Nacional de Yosemite en los Estados Unidos. Un día, una turista se le acercó y le consultó si acaso ella, como experimentada guardián del parque, podría sugerirle cómo usar  mejor una hora de su tiempo para ver todo lo que había en el lugar. El...

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Tus sufrimientos desconocidos

De los padecimientos de Jesús conocemos –superficialmente tal vez– lo que los evangelios nos relatan, así como lo profetizado en el AT. No obstante, al meditar un poco más en ellos encontramos que tanto en su vida como en su muerte hay elementos que pasamos por alto. “Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte” Mateo 26:38 Debemos admitir que conocemos muy poco acerca de los sufrimientos de Cristo. Sabemos que él fue llevado a la cruz después de haber sido azotado, golpeado y herido, y que después de padecer los dolores extremos de la crucifixión, entregó el espíritu y murió. El creyente, habiendo recibido a Cristo por la fe, sabe también por medio de la Escritura que el Hijo de Dios llevó “Él mismo” sus pecados en su cuerpo sobre el madero (1 Pedro 2:24). Sin embargo, esta descripción correcta acerca de los padecimientos de Cristo puede resultar demasiado concreta, al punto de que podemos pensar que entendemos los que Cristo sufrió y padeció en la cruz del Calvario. Los sufrimientos de Jesús son mucho más profundos y oscuros. Ya antes de Getsemaní comienzan con turbación (Juan 12:27). Después de que el Señor Jesucristo había comido la Pascua en el aposento alto con sus discípulos, instituye la Cena del Señor con ellos. Judas ya había salido “y era ya de noche” (Juan 13:30). Entonces...

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