Hubo ciertas personas que con regularidad asechaban a Jesús para criticarle. Eran miembros de la secta de los fariseos. Los fariseos eran los que enseñaban al pueblo y debían servir como guías. Jesús supo el estado verdadero de su corazón.
“Respondiendo (Jesús), les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí.” Marcos 7:6.
Los fariseos debían ser ejemplos dignos de ser imitados en guardar la ley de Moisés. En vez de enseñar con su ejemplo, Jesús dijo acerca de ellos que “atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas” Mateo 23:4. Los fariseos exigían del pueblo el cumplimiento de ciertas tradiciones que no estaban en la ley de Dios. Jesús mencionó como ponían tiras ensanchadas de pergamino con ciertos pasajes de la Escritura, y durante ciertos rezos, las llevan atadas, una al brazo izquierdo, y otra a la frente. Si los fariseos pensaban que de esta manera agradaran a Dios, Jesús aclaró que todas sus obras eran “para ser vistos por los hombres” v.5. Pretendían ser más devotos que eran, o sea, eran HIPÓCRITAS.
Jesús se halla en Galilea y recién los discípulos habían venido de una gira de predicar el evangelio de Jesús. “Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado” Marcos 6:30. “También se juntaron a Jesús los fariseos” Marco 7:1. El contraste es grande; los discípulos se acercan para contar sus logros más los fariseos vienen para criticar. A propósito habían venido con los escribas para hostigar a Jesús. Tienen un celo por su tradición. Se fijan en los discípulos de Jesús que comen “pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, (y) los condenaban” v.2. Comer con manos sucias era opción personal, no un requisito religioso. Era una práctica personal. No tomaron en cuenta lo bueno que habían hecho los discípulos al presentar a Jesús como el Mesías, el verdadero ejemplo digno de seguir.
Hay grupos religiosos que son similares a los fariseos en el día de hoy. Imponen ideas propias que no tienen nada que ver con la enseñanza de la Biblia. Algunos se privan de ciertas comidas o exigen cierto tipo de ropa. Otros observan ciertos días o requieren pagar “mandas”. Dicen que así uno gana el favor de Dios. Critican a los que con fe sencilla ponen su fe en Cristo el resucitado y testifican que así son salvos por toda la eternidad. Marcos explicó como “los fariseos y todos los judíos” se complacían a sí mismos “aferrándose a la tradición de los ancianos” Marco 7:3. Pablo el apóstol había sido fariseo. Se convirtió al Señor Jesús y después dijo: “ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe” Filipenses 3:8-9. Esta es la fe que salva. –daj
Lectura Diaria: | ||
Levitico 21:1-24 [leer]
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/Salmos 124:1-127:5 [leer]
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/Marcos 7:24-8:10 [leer]
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