Recibir un consejo sabio es una necesidad que afecta a todos. Sin embargo, a veces no se tiene la humildad para seguirlo. Lea de un siervo que sabiamente le aconsejó a su patrón.
“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.” Proverbios 11:2.
Cis, el padre de Saúl, era hombre valeroso que tenía una buena situación económica. Unas asnas de su crianza se perdieron y Cis encargó a Saúl que buscara las perdidas. De buena voluntad, Saúl obedeció a su padre y se hizo acompañar de su siervo. No sabía que estas circunstancias iban a ser usadas por Jehová para cambiar su vida radicalmente. Por tres días duró la búsqueda, andando a pie en terreno montañoso, sin que encontraran los animales. El siervo sugirió que consultaran al “varón de Dios” (Samuel), por si él pudiera guiarlos. Los dos están sin provisiones después de su larga y difícil búsqueda. Dios usó el deseo natural de Saúl y su siervo para buscar ayuda de Samuel para que Saúl le conociera pues Dios reveló a Samuel que Saúl habría de ser el rey solicitado por los israelitas. Hay sucesos en la vida que Dios utiliza para hacernos saber su voluntad referente a nuestra vida.
El día anterior a la llegada de Saúl y su siervo, Dios reveló a Samuel detalles precisos que servirían para confirmar que Saúl era el escogido de parte de Jehová. Dios indicó a Samuel el día y la hora de llegada de Saúl, y el individuo sería de la tierra de Benjamín. La búsqueda del vidente fue muy diferente a la búsqueda infructuosa de los animales. Antes que Saúl y su siervo hallaran a Samuel, él profeta salió a encontrarse con ellos. Samuel les reveló que las asnas fueron halladas. Esto dejaría a Saúl tranquilo y en condiciones de escuchar noticias maravillosas acerca de su propio futuro. Samuel invitó a Saúl y al siervo a comer con él. En nuestra vida Dios aprovecha las circunstancias para descubrirnos su soberana voluntad en cuanto a nuestra vida. Los percances de la vida parecen ser desfavorables, pero son oportunidades que el Señor utiliza para “ayudar a bien”.
Saúl tenía a un siervo sabio y bueno y tuvo la humildad de aceptar la sugerencia de consultar por las asnas perdidas. En el contacto con Samuel Saúl recibió una noticia mucha más grande que la de las asnas halladas. Llegó a saber que iba a ser rey. La soberbia en el corazón muchas veces interfiere cuando una sugerencia es recibida de alguien considerado demasiado joven y falto de experiencia. El Señor Jesucristo condenó a los habitantes de Capernaum por la dureza de su corazón. Se refirió al duro juicio que recibirán por su incredulidad. Pero el mismo Señor destacó la humildad de los que recibieron su palabra y agradeció al Padre “porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños” Mateo 11:25. Dios utiliza diferentes medios para influenciar nuestras vidas. Él espera que haya humildad para reconocer su voz y obedecerle. Saúl fue bendecido cuando fue aconsejado. Hay bendición para todo hijo de Dios que acepta los consejos que Dios le hace llegar, venga de donde viniera. –daj
Lectura Diaria: | ||
Génesis 24:1-67 [leer]
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/Job 29:1-30:31 [leer]
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/Mateo 13:1-23 [leer]
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